viernes, 4 de diciembre de 2009

pensamientos...


Alguna vez se han detenido a observar las hojas de los árboles bailar ante el compás que les proporciona el viento al pasar?, o mejor aún, se han recostado en el pasto y mirando hacia el cielo comienzan a pasar ante tus ojos no solo nubes que giran allí en lo alto, si no que también sientes que el tiempo se detiene, que todo lo que te rodea, el ruido de los automóviles, las bocinas, el murmullo de la gente, todo eso desaparece, solo escuchas el canto de las aves y sientes en lo más profundo de tu ser que ese momento es único, que nada ni nadie te lo puede arrebatar, que la vida es tan corta, y por ende el disfrutar de los pequeños detalles, como ya lo he dicho en más de una ocasión, es fundamental...en fin, esa sensación es tan especial que te transporta y te hace volar como aquellas nubes que viste...te das cuenta que lo que importa no es como amaneciste, o si te atrasaste en tus deberes, o que fulano o sultano dijo tal o cual cosa, o el típico "que irán a pensar", no, nada de eso pasa por tu mente, solo sientes que estás haciendo algo que hace mucho tiempo no hacías: disfrutar del presente, disfrutar de la vida, de la grata compañía, de lo especial que son los momentos y te permites soñar, y no solo visualizar ese momento, sino que también te das la licencia de proyectarlo aún cuando el miedo que sientes es más grande de lo que piensas, y es ahí cuando descubres otra cosa muy interesante de la cual nunca te habías dado cuenta...te da miedo sentir que todo está bien...
..lo que sucede es que te acostumbras tanto a que las cosas jamás sean como deseas, que lo que te dicen sean solo mentiras, que te miren falsamente, que en el fondo siempre caigas en el mismo circulo vicioso...te asustas al notar que tu vida si puede ser como la sueñas, que pude ser normal, que aquella sensación que creíste sentir y pensaste que jamás la volverías a vivir porque según tú era una "señal" y que después te decepcionó ver que no lo era, no es más que la sensación que ya habías vivido muchos años atrás...tranquilidad, armonía y orden en tu vida...una sensación de felicidad que te inunda tu ser y que si bien es por un sentimiento que se apodera de toda tu persona, aún así te ayuda a ordenar aquella vida desordenada que estabas llevando y hace que descubras que todo este tiempo no estabas siendo tú, osea que aquella persona desordenada, desequilibrada, irresponsable, temerosa, insegura, a la cual ya hacía tiempo se le había apagado la chispa, pudo volver a renacer, a realmente salir del circulo, no responder a lo mismo de siempre, si no que te revelas y eso te permite sentirte más aliviada, sentir que nuevamente tienes el control de tu vida y que no eres un caso perdido como habías creído hasta ahora.
Sin embargo ese temor del que hablábamos está latente...es un tanto ilógico tal vez, en teoría la experiencia debería hacerte fuerte, y por ende ya no deberías sentir temor a salir lastimado o a no lograr alcanzar las expectativas...pero ahí te das cuenta de que tu esencia frágil y vulnerable aún no desaparece, aún no se derrumba por completo, y es extraño porque te alegras de que sea así, ya que es lo que te permite disfrutar aún más todo lo que estas viviendo y valorarlo más y sentirlo más plena e intensamente...en fin...tal vez lo que estoy expresando no tenga una lógica aparente, pero es una verdad absoluta que desea expresar mi interior, ya que cree que así puede tal vez concretar todo aquello que piensa constantemente...miedo, ansiedad, felicidad, temor, incertidumbre, seguridad...son términos que se contradicen muchas veces, pero que sorprendente es cuando los sientes todos al mismo tiempo y se vuelve aún más extraño cuando eso te hace feliz, porque logra que tu estomago se contraiga y las mariposas que has visto en las ocasiones que mencionaba en un principio revolotean en su interior...es como dicen muchos poetas, "¡que maravillosa sensación!".

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